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Entre la paciencia y la 1084. Pescadores en la incertidumbre‏

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Sechura.- A pesar de haberse reglamentado la ley de cuotas, dictadas por el inefable Rafael Rey ex ministro del actual régimen del presidente García Pérez, los pescadores continúan viviendo una serie de peripecias, a tal punto, al borde de la desesperación. Con el pretexto que la anchoveta se localiza en estado juvenil, no se permite la salida de la flota industrial para complementar la cuota de la segunda temporada del año pasado.

Si bien es cierto, hace un día se autorizó para pesca exploratoria, los pescadores sechuranos que viajaron con sus embarcaciones surcando grandes distancias hasta Chimbote y otros puertos del sur del Perú, regresan nuevamente a su puerto de origen, pues en la zona escasea el recurso. Entonces peligra la temporada y los pescadores seguirán acumulando una serie de problemas económicos, embargos sin que nadie les pueda solucionar su problema, mientras los funcionarios cobran multas y mas multas dizque al haber sido sancionadas las embarcaciones pesqueras.

Sin embargo la flota industrial y de madera específicamente las denominadas vikingas sufren los sinsabores de una mala política pesquera, empresarios nefastos acumulan más dólares americanos a sus bolsillos, permitiendo la pesca negra como así lo denunciaron representantes de Produce y la Municipalidad de Sechura en su oportunidad, de eso han pasado varios meses, pero se desconoce si hubo sanción por parte del estado peruano; mientras se combate la corrupción por un lado, otros aprovechan las circunstancias para llevar agua a sus molimos.

Aun en estos tiempos, se escucha la aplicación del decreto supremo 1084 de limites máximo de captura por embarcación, que de acuerdo a una fórmula empleada a la capacidad de la embarcación y su record histórico, se entregó a cada armador la cuota de anchoveta, para su captura en dos temporadas; amén a las circunstancias los dueños de la flota desembolsaron cantidades de dinero para pagarles a los tripulantes, el seguro social, seguro de vida, seguro de riesgo en el trabajo y muchos pescadores han muerto en el intento y otros ya se quedaron en la calle esperando las promesas de la ley como conocemos de cuotas de captura por embarcación.

A otros les cancelaron el carnet de pescador y libreta de embarque, les dijeron que deberían de capacitarse en áreas productivas y que el armador asumiría el costo de la capacitación. También la preocupación recae en FONCOPES. ¿A donde están llegando los recursos económicos? ¿Será acaso una idéntica caja social de beneficios al Pescador que ahora está quebrada?, preguntas que los pescadores y el común de los mortales no pueden responder, aunque esta ha iniciado una campaña publicitaria a nivel nacional.

Se continua en la espera de tomar una determinación, si definitivamente va la segunda temporada de pesca de anchoveta, el tiempo se acorta y poco se pescaría hasta el 31 de enero, mientras los pescadores siguen contemplando cómo pasa el tiempo, encontrándose muchas veces atados, por las políticas aplicadas en los diferentes gobiernos, no obstante poco o nada se hace para contrarrestar la nefasta pesca negra como causante de la depredación de nuestros recursos hidrobiológicos en tiempo de veda. El hombre de mar reclama a los que atentan contra el ciclo de vida en el mar, a los que arrasan con todo, pescando inclusive dentro de las cinco millas marítimas una sanción ejemplar, sin embargo el ensañamiento contra la flota formal aquella que paga sus impuestos, no hay sanción que no desembolsen cantidades de dinero los dueños de las embarcaciones pesqueras.

Nos enteramos hace poco por los propios pescadores que en el mar se encuentran cardúmenes inmensos de anchoveta, al parecer mezclado con caballa, será el Instituto del Mar del Perú IMARPE, quien garantice si es factible la pesca, de lo contrario los pescadores cruzando los dedos y rogándole a Dios les de paciencia para subsistir en este mundo.